Este verano hemos hecho el Camino de Santiago saliendo desde Astorga.
El resumen son 12 días de agosto, 12 etapas:

Astorga-Rabanal del Camino
Rabanal del Camino-Molinaseca
Molinaseca-Cacabelos
Cacabelos-Vega de Valcarce
Vega de Valcarce-O Cebreiro
O Cebreiro-Triacastela
Triacastela-Sarria
Sarria-Portomarín
Portomarín-Palas de Rei
Palas de Rey-Ribadiso de Baixo
Ribadiso de Baixo-Pedrouzo
Pedrouzo-Santiago de Compostela
En estos 12 días ha habido innumerables anécdotas, hemos visto turigrinos y peregrinos, hemos visto frikis de albergues, de la fiesta y de las ampollas (debatiendo qué somos nosotros y cómo nos ven ellos a nosotros). Hemos visitado algún museo y bastantes iglesias, ha habido momentos de risas y conversaciones pero, en mi caso, también de silencio y reflexión. Hemos terminado cansados en todas las jornadas y hemos descubierto que las risas son una gran cura.
Lo que más me ha gustado ha sido el compañerismo entre personas que no se conocen de nada y con las que sólo se comparte el hecho de seguir el Camino, encontrar mensajes de ánimo "Don't stop, keep fighting", "You're doing great". Ánimo de personas que no te conocen, pero que sí saben del esfuerzo que estás realizando y te ayudan a llegar a la meta.
Me ha sorprendido y encantado encontrar personas y grupos que hacen el Camino superándose a sí mismos. Hemos visto gente con muletas, un grupo de sordos, ciegos y sordociegos con monitores, a una persona en silla de ruedas y también a alguna mujer que por su edad podría ser abuela.
Me ha gustado y reconfortado encontrar en algunos tramos cruces o referencias a Jesús y me impresionó el Cristo de la Iglesia de Santiago en Villafranca del Bierzo.
Las flechas amarillas se ven ahora con más cariño y la frase "Buen Camino" está llena de connotaciones.
Cómo no dar las gracias a la responsable del albergue de Vega de Valcarce y cómo no agradecerle la acogida que no dio con su "Parecéis cansados, sentaos y tomad algo", las atenciones que tuvo, su paciencia y su comprensión cuando pensábamos que uno de los integrantes del grupo tendría que abandonar el Camino.
Hemos ido en grupo y estoy segura de que sin ellos no habría podido
llegar. En esa etapa en la
que cada paso, para mí, era un sufriento os agradezco muchísimo que no
me dejárais sola, por más que lo pedí. El dolor es menos si tienes amigos
a tu lado.Así que lo mínimo es dar las gracias a Ana, Isabel, Mária,
Óscar y Jesús. Cada uno con un estilo diferente a la hora vivir el
Camino, respetando todas las formas de vivirlo y con un gran compañerismo y alegría.
Me habéis ayudado no sólo a andar el camino sino a vivirlo con mayor
intensidad descubriéndome el valor de parar a mirar el paisaje, tumbarse
en un bosque y ¡hasta a evitar un incendio!
Muchas gracias a:
- Ana por sacar fuerzas de flaqueza cuando la ocasión lo requiere
- Isa por saber esperar a que le pidan ayuda
- Mária por su soplo de alegría
- Óscar por su compañerismo
- Jesús por su comprensión
Por cierto... a ver cuándo repetimos la experiencia =D